Charley Brewster (William Ragsdale) es un jovencito aficionado al cine de horror, sobre todo películas viejas. Una noche se encuentra junto con su novia Amy Peterson (Amanda Bearse) y ambos están observando su programa de televisión favorito: ‘Fright Night’ donde el cazador de monstruos Peter Vincent (Roddy McDowall) relata algunas historias de cómo él ha vencido a seres malignos (en un show demasiado malo para los estándares modernos). De pronto, Charley observa que en la casa de al lado dos hombres están cargando un sarcófago muy parecido a los que usan los vampiros. Su curiosidad y desconfianza provocan que Amy se aleje.
Charley observa que una mujer de la vida galante entra a la casa. Poco después, las noticias hablan de una mujer encontrada asesinada y cuando muestran la foto, Charley se da cuenta que es la misma mujer que vio entrar a casa de los nuevos vecinos. Para que nada parezca casualidad, otro día observa bien claramente por su ventana como su vecino esta abrazando y besando a una chica, cuando de pronto él abre la boca y muestra unos colmillos de vampiro.
Charley no tiene ninguna duda, pero el problema es que nadie le cree: ni la policía, ni su mamá, ni sus amigos. Jerry Dandrige (Chris Sarandon), el malvado vampiro, esta cansado de que ese jovencito lo este vigilando por lo que va a su casa a amenazarlo. La única esperanza de Charley para enfrentar a este vampiro es pedir la ayuda de Peter Vincent, el héroe de su serie de TV favorita. La situación se complica cuando el vampiro encuentra en Amy un gran parecido con un amor del pasado y rapta a la jovencita para convertirla en una vampiresa.
“La Hora Del Espanto” (titulo con el que se conoció en nuestro país a esta película), fue uno de los trancazos cinematográficos de esa gloriosa época de los años ochentas, gracias a su guión fresco y original, acompañado del elemento del cine de adolescentes y su combinación, muy buena por cierto, de horror con comedia. A pesar de ser una cinta 100% dedicada al sector juvenil, logra evitar las consabidas situaciones de jovencitos descerebrados que buscan sexo en los momentos menos oportunos.
Gracias también al manejo de la cámara y la cinematografía empleada, Tom Holland (‘Chucky’, ‘La Maldición Gitana’) logra un muy bueno y merecido homenaje a la Hammer Films y sus películas a blanco y negro sobre vampiros. La película es considerada un clásico moderno y logra su propósito de entretener con una historia sencilla y directa, pero que logra absorber y en ciertos momentos poner la carne de gallina a mas de uno.
El concepto del vampiro cambia rotundamente a partir de esta película. Cansados de ver al típico vampiro viejo, con capa roja y actitud seria, Jerry Dandrige es un parte aguas al ser un hombre de apariencia atractiva, que le gusta vestir bien y a la moda. Su transformación le da una apariencia a lo “Nosferatu” debido a sus largos dedos y uñas. Tiene un ayudante diurno que lo cuida y posee un sentido del humor bastante especial. Una especie de sujeto galán que goza de seducir a las chicas y beberles su sangre. A diferencia del vampiro tradicional, Jerry puede ser sociable y no le afectan las cruces, a no ser que el que la sostenga tenga fe verdadera. Y también es el único al que se la ha visto comiendo manzanas.
El personaje de Peter Vincent (sin duda un guiño a Peter Cushing y a Vincent Price) es también bastante recordado. Un actor en decadencia que aun tiene su programa semanal donde intenta (con no muy buenos resultados) jalar audiencia para no ser sacado del aire. Un tipo que en la TV es sabio y valiente, pero que esta vez tendrá ante si un reto verdadero y su fe y creencias se verán sometidas a prueba. Acepta colaborar, pero solamente porque anda quebrado económicamente y casi con un pie en la calle. Un personaje tan gracioso y bien diseñado amen de ser representado de manera excelente por el muy recordado Roddy McDowall (‘El Planeta De Los Simios’).
Los efectos especiales son contados pero memorables, sobre todo durante el desenlace de la historia cuando se muestran las transformaciones y maquillaje de derretimiento. Antes de eso, la cinta muestra su potencial apoyándose únicamente en el puro guión y las ingeniosas y graciosas conversaciones entre los personajes.
La mansión donde el mal vive es también un monumento a los castillos antiguos donde el Conde Drácula u otros vampiros practicaban sus estilos nocturnos de vida. Mostrando una cara de acuerdo a los tiempos modernos, pero sin perder su esencia de ese mal antiguo que representa.
El éxito de esta película fue tal, que desencadenó una secuela aunque de menos calidad. Recuerdo que aquí en México “La Hora Del Espanto 2” traía una promoción en la que a ciertas terminaciones de boletos les regalaban unos ‘fabulosos’ colmillos de vampiro que brillaban en la oscuridad.
*Fuente geocities.com
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