Neal Page (Steve Martin), un ejecutivo lejos de casa pretende llegar a su domicilio para celebrar el día de Acción de Gracias junto a su familia.
En el viaje se encuentra con múltiples dificultades y con Del Griffith (John Candy), un compañero de viaje incómodo que lejos de ayudarle como muy bien pretende, no hace otra cosa que complicarle la vida y el viaje.
Una deliciosa comedia familiar. Con esas cuatro palabras podemos definir y resumir toda esta película llena de situaciones absurdas, histriónicas, divertidas y originales en su concepción.
No se trata en absoluto de la típica "peli de risa". De ello dan buena cuenta las dos espléndidas actuaciones de Steve Martin y John Candy, en papeles hechos a su medida y en los que se encuentran como pez en el agua, recordándonos en ocasiones y a fogonazos algunas de las peripecias que en su momento protagonizaron los clásicos Laurel y Hardy.
Toda la película es una metáfora sobre la búsqueda de la igualdad de clases, enfrentando a dos personas totalmente antagonistas.
La pulcritud, las buenas maneras y educación, y una elevada posición social, frente al mayor de los desastres, una educación muy de andar por casa, y un modesto empleo de viajante.
En solo una cosa coinciden ambos personajes, aquella que hará que su antagonismo desaparezca, su buen corazón.
Mas allá de la comedia de situación, este trabajo nos proporciona también en ciertos momentos escenas sino melodramáticas, si de una gran carga sentimental, destacando el inesperado final, en el que el espectador de lágrima fácil puede ser sorprendido por el giro brusco que toma la trama de la película, para dejarse envolver por una sensación agriculce.
La dirección más que correcta a cargo de un experto en comedias como John Hughes se acompaña de manera discreta pero eficaz de su banda sonora y de todos y cada uno de los aspectos paralelos a la realización de este trabajo.
Evidentemente nunca estará incluida entre las mil mejores películas de todos los tiempos, pero yo recomiendo encarecidamente no dejar de verla.
Sin grandes pretensiones, divierte, entretiene y no cansa en absoluto, incluso resulta corta.
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